¡A cara descubierta...! - CAYETANO LLOBET T
Si alguien cree que dos oficiales de ejército, entrenados en Venezuela, dotados defusil AK-47, en posesión de explosivos de uso militar, miembros de un grupoespecial, asignados a la Casa Militar de Su Excelencia, actuaron por cuenta propia,no es un ingenuo, ¡es un imbécil!
Si don Juan Ramón Quintana dice que él no sabíanada, que las oficinas de Palacio no tuvieron nada que ver con el atentado, queestán dispuestos a sacrificar a un oficial y toda su carrera porque actuaron comochambones, nos cree imbéciles a todos los demás. Si los comandantes -otra vez-,además de hacer el ridículo, personal e institucional, creen sinceramente todo lo que están diciendo, son tontos, o cómplices.
Y si aquí no pasa nada, después de un acto manifiesto de terrorismo de Estado, significa que hemos pasado el límite de las formas y estamos ante la implementación de tácticas fascistas -mediáticas y paramilitares- para consolidar un régimen totalitario.