“Venezuela y Latinoamérica chapotean en el estercolero de su infamia”
¡Renuncie, Presidente!
Esa sería la exigencia que una oposición política seria, digna y honorable, a la altura de las circunstancias y responsable ante el pasado, el presente y el futuro de su patria, le hubiera planteado ya hace horas a quien, dirigiendo los destinos de un país decente, hubiera sido desenmascarado ante el mundo como un mandatario irresponsable de su alta investidura, coaligado con las narcoguerrillas de un país vecino y embarcado en la aventura de destruir sus bases morales, jurídicas y culturales. ¿Cuánto tiempo permanecería en el cargo un presidente de Francia descubierto en tratos con la ETA, a quien le hubiera suministrado refugio, dinero, protección y armamento de alto calibre para derrocar al gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿Cuánto tiempo tardaría la Comunidad Europea en exigirle su inmediata dimisión y someterlo a la jurisdicción penal de la justicia francesa y la Corte Internacional de La Haya?