Miembros del Foro de San Pablo "no creen en la democracia"
Miembros del Foro de San Pablo "no creen en la democracia"
El Foro de San Pablo (FSP) "se opone verbalmente al terrorismo y la violencia, pero dentro de sus filas existen grupos guerrilleros, como las FARC y el ELN, que practican diariamente el terrorismo y la violencia. Igualmente condenan el narcotráfico, pero existen pruebas irrefutables de la vinculación de algunas de sus organizaciones con la producción y comercialización de narcóticos", afirma el político venezolano Alejandro Peña Esclusa en su libro "El Foro de Sao Paulo contra Alvaro Uribe", escrito en abril."El Foro rechaza la corrupción, pero cuando sus miembros llegan al poder, no la combaten, sino que la acrecientan, como ocurre en Venezuela", acota el autor.Severas críticas incluyó Peña Esclusa en su libro: "Los integrantes del Foro de San Pablo no creen en la democracia, ni comparten sus principios, basados en la libertad, el respeto a las minorías y el equilibrio de los poderes públicos; pero como no han alcanzado el éxito con la lucha armada, decidieron disfrazarse —temporalmente— de demócratas, para así lograr sus fines. Por eso, no es de extrañar que, para llegar al poder, combinen estrategias democráticas con otras que no lo son", considera el autor.Según Peña Esclusa, el FSP es escenario de una alianza entre "moderados" y "radicales", los primeros como "martillo" y los segundos como "yunque". "Los presidentes moderados, como Lula, Kirchner y (Tabaré) Vázquez, apoyan a los más radicales, como Chávez, Morales y Correa", sostiene."El FSP es, respecto a la democracia, el equivalente político del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Una vez que se introduce en el sistema democrático, acaba con sus defensas naturales, destuyéndolo desde el interior", añade.Peña Esclusa dedica su libro "al pueblo colombiano en desagravio por todos los males ocasionados por Hugo Chávez". Precisamente, el presidente de Venezuela es uno de los principales blancos de sus críticas."El gobierno utiliza los recursos del Estado para financiar a sus aliados internacionales. Durante sus nueve años de gobierno, Chávez ha gastado más de U$S 25.000 millones en apoyar a sus amigos, cifra superior a la deuda externa de Venezuela. Venezuela construye casas en Nicaragua, hospitales en Africa, puentes en Uruguay, carreteras en Cuba; financia a las fuerzas policiales en Bolivia; compra bonos de deuda externa argentina; envía combustible subsidiado a El Salvador; financia casas para niños abandonados en Guyana; por mencionar unos pocos casos. Mientras tanto, los venezolanos claman por empleo, alimentos, viviendas, escuelas, hospitales, puentes, carreteras y servicios de todo tipo", relata.