La nueva élite: Alvaro Garcia Linera
Álvaro García Linera ha optado por la moda lineal que ataca a asi todas las celebridades para cuidar de su apariencia, lucir saludable y formar parte de la nueva élite de mandatarios jóvenes y globalizados en contraposición con el mensaje confrontacional, unívoco y unilateral que manejan los que están cerca del él. Hay quienes influenciaron, claro. Entre ellos, destacados líderes de izquierda que más allá de su lucha encarnizada contra el neoliberalismo, lucen de etiqueta negra y se entonan con las tendencias. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, es uno de ellos, hombre de origen humilde y que tras llegar al poder se ha convertido en uno de los principales alisados. Ha cambiado de apariencia para lucir parecido al ex premier italiano Silvio Berluzconi que hace poco enfrentó una avalancha por aparecer con un aren de mujeres preciosas en una de sus propiedades en la costa mediterránea. Lo cierto es que el vicepresidente de Bolivia, cambió drásticamente su postura. Desde su mirada, pasando por su forma de hablar y ni que decir de sus finísimos ternos que a diferencia del Presidente Morales, no son confeccionados por ningún modisto local; los de García Linera son de tiendas exclusivas, aunque al segundo en importancia de mando le gustan más las confecciones holgadas que las diseñadas a medida. Se inclina por la vestimenta clásica y ha sido tentado por dejar de envejecer con tratamientos que le abrirían las puertas del poder eterno. Hay dirigentes en el entorno cercano al vicepresidente, que han comenzado a cuestionar la perpetuidad de Evo en el poder. La pregunta que se hacen, es cómo remplazarlo por la apariencia más juvenil y próspera que en los dos últimos meses luce el vicepresidente de Bolivia.