Bolivia: La fuerza de la razón o la razón de la fuerza
Este articulo está dirigido a todas las personas e instituciones bolivianas y extranjeras que en algún momento, o incluso ahora, siguen pensando que Evo Morales era una esperanza para el pueblo boliviano. A todas esas personas que, por efecto de una muy efectiva campaña de propaganda gubernamental, con la anuencia de cadenas periodísticas internacionales cuyos corresponsales tienen nexos directos al gobierno boliviano, solo les llega una versión de la realidad, un espejismo, una quimera que, a fuerza de repetirse en distintos medios, sin siquiera validar la realidad, queda como una verdad indiscutible.
La democracia es la fuerza de la razón, dado que el gobernante está limitado por instituciones que hacen de contrapesos al poder, lo que obliga a cualquier mandatario a plantear propuestas, buscar consensos, acatar la decisión del pueblo en elecciones o a través de sus representantes: en democracia, se convence. En democracia, se debe apelar a la razón, al sentido común, al bien mayor. La democracia es una garantía de los derechos individuales, es el sostén de la igualdad de oportunidades, una democracia fuerte representa que cada ciudadano tenga derechos y responsabilidades. Nadie esta por encima de la ley; ni siquiera el primer mandatario. En democracia la libertad es como el aire, es gratis, es para todos por igual, ni siquiera nos damos cuenta, pero esta ahí.
El totalitarismo es la razón de la fuerza, es la imposición de ideas, es la destrucción del enemigo, es la aniquilación de los adversarios. No se negocia, se atropella; no se respeta, se abusa. No se convence, se humilla.