UNASUR - ¿CUAL ES SU "VERDADERO PAPEL"
Los parlamentarios del Unasur se reunirán
en Bolivia el 17 de octubre
La Paz.- Los parlamentarios de los doce países de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) se reunirán en Bolivia el próximo 17 de octubre para analizar su organización en el bloque, confirmaron hoy fuentes oficiales.
La reunión fue convocada por el vicepresidente de Bolivia y presidente del Congreso, Álvaro García Linera, para celebrarla en esa fecha en la región central de Cochabamba.
Es la segunda vez que los legisladores de Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Paraguay, Brasil, Venezuela, Perú, Ecuador, Guayana, Surinam y Bolivia, se reunirán en Cochabamba, tras un encuentro realizado en 2007 para hablar del futuro del proceso de integración.
http://www.soitu.es/soitu/2008/10/09/info/1223503988_867652.html
Un extraño vehículo denominado Unasur… o
el zorro en el gallinero
Sudamérica se está encerrando políticamente, sobre sí misma. Cada vez más. Como si no pudiera soportar escuchar voces distintas y, menos aún, opiniones diferentes. Hay dos ejemplos claros, muy recientes, que parecen confirmar lo antedicho.
Primero, el extraño tratamiento regional del incidente fronterizo en el que el eficiente ejército colombiano “diera de baja”, en territorio ecuatoriano, al terrorista Raúl Reyes, quien se desempeñaba como segundo jefe de las FARC, admiradas y sostenidas por Hugo Chávez pese a que cometen, abierta y descaradamente, toda suerte de “crímenes de guerra” contra civiles inocentes, en violación de las Convenciones de Ginebra de 1949, de aplicación directa a los llamados “conflictos armados internos”.
Frente a lo que cabe recordar que los “crímenes de guerra” no son otra cosa que “delitos de lesa humanidad” cometidos en tiempos de conflictos armados, ergo imprescriptibles. En ese conflicto, resuelto en el marco de la OEA, la región decidió ignorar olímpicamente -como si simplemente no existieran- las normas de las Naciones Unidas, incluyendo la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que son directamente obligatorias en todos los Estados Miembros desde que han sido dictadas en el marco del Capítulo VII de la Carta. Segundo, la decisión de “manejar” la crisis de Bolivia por fuera de la OEA, recurriendo para ello a una institución realmente sin experiencia, desde que está “recién nacida”, habiendo sido creada recién en mayo de este año; tan es así, que aún ni siquiera tiene un Secretario General, cargo al que aspira (hasta ahora sin éxito) el ex presidente argentino Néstor Kirchner impulsado -obviamente- por la izquierda radical, que ve en él un “colaborador confiable”.
Rodrigo Borja, ex mandatario ecuatoriano, había sido invitado antes a ocupar ese cargo, al que renunció sin asumirlo. Kirchner no tiene, aparentemente, los consensos necesarios. Mejor así. Me refiero a Unasur, un organismo regional reducido a América del Sur que, por definición, excluye absolutamente del diálogo a voces moderadoras, como las de Canadá, Estados Unidos y México. Como si estos países pertenecieran efectivamente a otro planeta.
Lo de Unasur había ya merecido algunas voces de “alerta”. Por ejemplo, la de Joaquín Fermandois, desde las columnas de El Mercurio de Chile, que tiene dicho que seguir el camino de Unasur “es entregar el peso de la influencia al camino de Chávez, que no ha sido el del Chile de la Concertación. Y, como coronación, se arrojan al basurero la OEA, el TIAR, y las regulaciones tradicionales con las cuales Chile (y otros países también) ha construido sus relaciones vecinales y continentales”.
Entre ellos, el principio clave de “no intervención en los asuntos internos de otros estados”, violado abierta y constantemente por Hugo Chávez, como si no fuera de aplicación para él, ni para “su” peculiar Venezuela. No obstante, la actuación de Unasur en Bolivia, aumenta ciertamente nuestras prevenciones y preocupaciones. En primer lugar, porque la Comisión - presuntamente neutral- que investiga lo sucedido en el departamento de Pando, Bolivia, está presidida por un ex guerrillero que perteneciera al ERP argentino. Adiós a la independencia, el equilibrio, a la imparcialidad y hasta a la neutralidad, entonces. Debe presumirse, en cambio, un favoritismo hacia la izquierda radical, que seguramente quedará reflejado en los hechos, tarde o temprano. Lo que es gravísimo.
La designación de Matarollo no es casual, obviamente. A tan extraña movida cabe agregar la conducta equívoca del delegado chileno, Juan Gabriel Valdez, que representaba a Unasur en las negociaciones entre el gobierno de Evo Morales y los Prefectos de los Departamentos del Oriente del país, que hoy encarnan a la oposición al comunismo que Morales pretende implantar en Bolivia.
En efecto, Valdez que se mostró “optimista” por el resultado del complejo diálogo entre los bolivianos Unasur ha sido hasta ahora alarmantemente aislacionista y demasiado condescendiente con Hugo Chávez. No ha defendido la “Carta Democrática” de la OEA, haciendo la vista gorda a la tarea “chavista” de demolición sistemática de las estructuras democráticas de su propio país; ni el principio de “no-intervención en los asuntos internos de otros Estados”; ni la vigencia de las libertades civiles y políticas en la región; consolidando así -como consecuencia- un ámbito en el que el caribeño cree tener “patente de corso”, porque sabe bien que tiene -en el espacio reducido de Unasur- no solo socios, sino “compañeros de ruta”, que se lo permitirán. Como si eso fuera poco, Unasur servirá seguramente de biombo para disimular la dictadura cubana y apoyarla cuando, desde otros ámbitos, se le reclame la vigencia de las libertades esenciales que su pueblo ha extraviado, desde hace décadas. Serio, por demás.
Y, en esto, la “función” recién empieza.
El fallido intento conciliatorio, respecto del conflicto boliviano es un mal primer paso para Unasur. Como “acta de nacimiento”, muy pobre actuación, por ineficaz y sesgada.