CRUCEÑOS NO DEBEMOS PERDER A SANTA CRUZ, BENI Y PANDO
CRUCEÑOS NO DEBEMOS PERDER
A SANTA CRUZ, BENI Y PANDO
“El final de una gran nación que no pudo conquistar su libertad” En la historia nada es casual, un hecho es la consecuencia inevitable de otros que le precedieron.Vivimos en un mundo donde la guerra sigue siendo posible; nuestro amor por la paz, no tiene que ser por miedo a la guerra.Aunque amantes de la paz, siempre debimos prepararnos para la guerra, así también no se ha debido abandonar la estrategia para la autodeterminación y la visión que infundió el Dr. Enrique Galván Sanz.
El gran visionario que tanto quiso a esta tierra afirmaba que Santa Cruz era el paraíso del mundo, pero era una lástima que los cruceños no lo supieran. Esta preparación no debía ser solamente material y operativa, sino también intelectual y moral, he aquí nuestra gran debilidad. Muchos ya se fueron, otros tendrán que irse.
Otros soportar lo que significa una derrota sin lucha. Otros, los valientes, enfrentar como puedan al enemigo. Santa Cruz: Grande, rica y hermosa, asechada por el poder central, por los traidores de adentro, se encuentra abandonada, indefensa, desorganizada.
Su dirigencia, dispuesta a soportarlo todo, e induciendo al pueblo a tener igual comportamiento. Buscando como el peor cobarde, el camino más fácil, el más barato, o el que más lucros dé, fruncido, esperando perdón, piedad de los verdugos de siempre.
El comportamiento entreguista, interesado y cobarde de las élites que por décadas han decidido los destinos de estos pueblos, en estos momentos deja al pueblo a la deriva, sin preparación para su legítima defensa. Este es un gravísimo error, una actitud irresponsable, tal vez interesada, que si fuera verdad sería mucha traición.
Casi siempre fueron los mismos, los que critican a la Unión Juvenil Cruceñista, donde deberían estar y luchar vuestros hijos, que son un producto cruceño y los pocos que se la juegan por esta tierra. Estos fueron quienes dieron migajas para los verdaderos defensores de este pueblo; los que nunca quisieron pensar en separarse y algunos prohibieron decir en los cabildos la palabra ¡Separación!, como el pueblo lo pedía.
El “modelo cruceño” no es la panacea, vivimos mejor que los andinos, pero eso no es consuelo para nadie, el atraso, el subdesarrollo, las diferencias abismales, las injusticias y falta de oportunidades para las mayorías, hace que no nos hubiésemos ganado la aceptación de muchos de los nuestros y de la opinión internacional, creídos que lo hemos y estamos haciendo muy bien, cuando seria el momento de hacer en el Oriente una revolución mayor y mejor que la que pretenden imponernos desde occidente.
Incapaces de pensar en un proceso de cambio profundo, por mezquindad e ignorancia están imposibilitados para hacer un análisis histórico, social y político nacional y latinoamericano. Esto mismo no les permitió el planteamiento de por lo menos un estado binacional.
Por más bueno que creamos que sea “el modelo cruceño”, el pueblo y la coyuntura internacional está exigiendo mucho más. Este modelo no se salva solo, sino es con un proceso de cambio y en un proyecto regional (por lo menos Santa Cruz, Beni y Pando) y por consiguiente un planteamiento del estado binacional.
De otra manera el oriente y los cruceños tenemos los días contados, y estamos viviendo el final de lo que pudo ser una gran nación, está más próximo de lo que muchos pueden pensar.
Es el momento de que Santa Cruz se levante. Debió hacerlo el 24 de septiembre, si hubiera habido líderes como en 1810. Debería haber un cabildo abierto y plantear un nuevo orden, un cambio que sea ejemplar en Latinoamérica, por la Autodeterminación de los departamentos que decidan adoptar un Estado libre y soberano.
Seria una alternativa digna y justa, donde la mayoría estaríamos dispuestos a darlo todo.
Herland Vaca Díez Busch.