Morales y Chávez desafían a la diplomacia
Morales y Chávez desafían a la diplomacia
Seamos claros y realistas analizando el escenario. Ninguno de los dos dirigentes (neo)populistas pasa por su mejor momento. Más bien al contrario. Sus países atraviesan crisis de gran magnitud a las que no saben dar respuesta.
La mejor medicina, el antídoto "milagroso", el de siempre: una inyección de lenguaje descalificador hacia Estados Unidos, que ahora es blanco fácil pues se halla en plena campaña electoral. Washington vive una suerte de semi-vacío de poder que en lo relativo a las relaciones con América Latina es más acentuado.
La división en Bolivia va en aumento. El descontento de oficialismo y oposición, también. La forma que tienen de escenificarlo es el enfrentamiento callejero. Morales en lugar de optar por el diálogo y la mesura, hace lo contrario: defensa a ultranza de la Constitución socialista, causante de todos lo males. Apuesta errónea.
Santa Cruz, Beni o Pando viven batallas campales sin fecha de caducidad. Lo fácil es buscar un chivo expiatorio, táctica habitual entre los dirigentes autoritarios (Chávez) o con aspiraciones de serlo, caso de Morales. Su lenguaje anti-norteamericano genera rápidamente filias y adhesiones, internas y externas.
La mejor medicina, el antídoto "milagroso", el de siempre: una inyección de lenguaje descalificador hacia Estados Unidos, que ahora es blanco fácil pues se halla en plena campaña electoral. Washington vive una suerte de semi-vacío de poder que en lo relativo a las relaciones con América Latina es más acentuado.
La división en Bolivia va en aumento. El descontento de oficialismo y oposición, también. La forma que tienen de escenificarlo es el enfrentamiento callejero. Morales en lugar de optar por el diálogo y la mesura, hace lo contrario: defensa a ultranza de la Constitución socialista, causante de todos lo males. Apuesta errónea.
Santa Cruz, Beni o Pando viven batallas campales sin fecha de caducidad. Lo fácil es buscar un chivo expiatorio, táctica habitual entre los dirigentes autoritarios (Chávez) o con aspiraciones de serlo, caso de Morales. Su lenguaje anti-norteamericano genera rápidamente filias y adhesiones, internas y externas.