“En Santa Cruz comenzó una tendencia irreversible”
Los resultados del referéndum autonómico de Santa Cruz son no sólo reveladores para Bolivia: señalan una tendencia irreversible que comenzará a imponerse en toda América Latina. Se acabó el tiempo de la complicidad, la estulticia y la ceguera de los pueblos latinoamericanos respecto de sus más caros y profundos intereses.
No es el indigenismo ni la revolución bolivariana ni el fascismo propugnado desde Miraflores por el teniente coronel Hugo Chávez, ni muchísimo menos la violencia piquetera y las corruptelas de los Kirchner, los Ortega y los Correa la senda hacia el progreso y la prosperidad de una región que desde la revolución cubana lleva medio siglo desperdiciado.
Son el trabajo, la honradez, el esfuerzo individual y colectivo, la pulcritud en el manejo de los asuntos públicos, la libertad de empresa y la propiedad privada los únicos medios que pueden garantizar salir del abismo del subdesarrollo y entrar al siglo de la globalización y la integración mundial. Es el ejemplo que nos están dando Chile, Brasil, México. No es el ejemplo que nos dan Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina o Nicaragua.
Casi nueve de cada diez cruceños le dijeron no a la barbarie y a la discriminación, al atropello y la brutalidad, a la regresión y su política de estatizaciones y estatismo a mansalva llevada a cabo por la satrapía bolivariana de Evo Morales