El rompimiento revocatorio - Centa Reck

El rompimiento revocatorio

Centa Reck

El plazo para el revocatorio ya está corriendo al tiempo que amenaza desmoronar un país que alocadamente está siendo llevado a un acantilado.

Es cierto que el revocatorio es sólo el instrumento y que tampoco es el único culpable, puesto que este emplazamiento emerge de la crisis política de un estado que entre convulsiones y estertores nos muestra que los daños ya son incalculables, que Bolivia ha sido atada de manos y pies y sometida a un forcejeo que terminará por descuartizar o despedazar el país que todavía nos queda.

La política que se está aplicando en Bolivia no es sólo salvaje sino absolutamente mortífera, asesina y a la vez suicida. Llevar a nuestro país al límite del desquicio y del enfrentamiento fratricida es un crimen que está perpetrando el gobierno de Evo Morales, que con sus reiteradas violaciones constitucionales ha conseguido provocarnos un estado de esquizofrenia colectiva asentando golpes certeros, rompiendo reiteradamente las leyes y el marco constitucional que nos rige, situación que finalmente nos ha ido encaminando a esta especie de salto en el vacío que es el referendum revocatorio y que puede tener impredecibles consecuencias.

No es una exageración el decir que todo señala que abruptamente hemos pasado de un estado de enfermedad crónica a un periodo terminal. Tan grave es la situación que el gobierno y los actores políticos del momento nos han señalado hora y día para esta especie de muerte anunciada.

Tenemos tres meses para cumplir con el itinerario del periplo Revocatorio que no hará más que confirmar en las urnas la voluntad de las dos Bolivias, la que defiende un país democrático, versus la que exige el advenimiento y entronización de una tiranía, porque la han llevado a renegar del sentido profundo del goce de la libertad y del respeto.

Es una irresponsabilidad pretender solucionar la crisis de Bolivia con la formula del estatismo y el autoritarismo que plantea la constitución del Mas y las acciones del Ejecutivo actual, que a poco andar nos muestra signos inequívocos de que sólo llevan a fortalecer ambiciones de poder y caudillismos que están degradando nuestra vida moral y espiritual y que están generando una mayor corrupción y abuso.

Es una irresponsabilidad mayor creer que el referendum revocatorio será la solución a la coyuntura de ingobernabilidad, pues el empantanamiento y las visiones confrontadas se incrementarán después de esta consulta que sólo nos llevará a constatar la opción de las dos realidades de Bolivia, que a fuerza de forcejear terminará por desmembrarla.

El vicepresidente que sin medir las consecuencias ha comenzado a hacer campaña por su ratificación, expresó textualmente: "Vamos a ganar por pateadura como se debe ganar democráticamente", afirmación que nos muestra el tenor agresivo y el animo que albergan los que deberían cuidar el país agonizante que nos están legando.

Por su lado, Cristina Fernandez, presidenta de la argentina, también se sumó a las injerencias foráneas en la crisis boliviana, asegurando que apoyará incondicionalmente al gobierno trayendo 400 mil bolivianos desde argentina para votar en el revocatorio a favor de Morales.

La irresponsabilidad y la falta de consecuencia de propios y extraños raya en el absurdo; mucho más cuando sabemos que hemos entrado en cuenta regresiva propiciando un mayor tensionamiento de las diferencias, lo cual sólo puede desencadenar la violencia.

El pueblo no será culpable, pues lo están obligando a usar el arma del voto contra sí mismo.