El antidialogo - Centa Reck

El antidialogo

Centa Reck

El Dialogo instalado por el gobierno, nos muestra con claridad meridiana que este sigue sin escuchar al pueblo pretendiendo volvernos a imponer su agenda, ahora bajo la utilización del eterno argumento del lobo que engañó a caperucita diciéndole que tenía que ir por otro camino para llegar a la misma parte, al destino de su victimisación, a caer más temprano que tarde en sus fauces hambrientas. No es secreto que el gobierno ha comenzado a gobernar con las minorías y para las minorias. Lo comprobamos con el Referendum revocatorio, concebido con una formula fraudulenta en la que desproporsionalidad de oportunidades hace que sean las minorías las que definan quien se queda y quien se va. El gobierno que fue elegido por las mayorías, después del desgaste que ha sufrido por sus propias acciones, ahora pretende seguir en ejercicio con la convalidación del voto de las minorías, desechando el que emitan las mayorías. En el caso de los prefectos, el Ejecutivo pretende que estos sean inversamente sacados por las minorías desechando la confirmación que le darán las mayorías. Lo mismo ocurre con la cupulita política que pretende convalidar los acuerdos que según ellos terminaran en un pacto social. Ahora en este nuevo estilo de gobernar que ha adoptado el Ejecutivo los que supuestamente tienen que pactar son los partidos que precisamente han quedado desflecados por sus propias acciones y que no tienen mayor representación que la que le dan unos cuantos políticos entreguistas que pretenden también entregar al país. Podemos ha tenido el acierto de no asistir sin condiciones pues lo que está ocurriendo no es otra cosa que el mismo teatrito que ya nos asquea y nos produce repulsión. El único tema que le preocupa al Ejecutivo es la llamada compatibilización de los Estatutos autonómicos con el proyecto de constitución masista (para atrapar e invalidar las competencias en la telaraña constitucional que han armado). Esto se constituye en el único tópico que desvela al gobierno, lo demás temas sólo están siendo utilizados como anzuelos. El gobierno actúa de manera tan arbitraria y atrabiliaria que ante la decisión tomada por los dialogantes de trasladar la revisión de la constitución al congreso, el primer vicepresidente de la Asamblea Constituyente, Roberto Aguilar, aclaró que cualquier acuerdo para modificar el proyecto de la nueva Constitución Política del Estado necesariamente debe pasar por la Asamblea Constituyente. "Sectores, instituciones, regiones, tienen como única opción para la modificación del texto constitucional la vía de la Asamblea Constituyente", señaló el asambleísta. Esto, más el hecho de que la constitución tuvo que ser aprobada con sangre, porque su texto nunca fue debatido en el seno del hemiciclo constituyente, conformado por ovejas masistas que responden a consignas, nos muestran que se pretende pacificar a un país que ya entró en la espiral del desgobierno, del rompimiento del Estado de derecho y de la anulación de la República, hechos que fueron perpetrados por balas del ejercito, por la inteligencia venezolana y por órdenes que salieron desde el palacio quemado. Si a esto agregamos que la sociedad boliviana ya está alerta, sensibilizada y descreida de todo lo que viene de mano del desgobierno del presidente Morales, tenemos ante nuestros ojos un tablero peligrosisismo en el que pretende perpetrarse el crimen contra la democracia a pura maniobra, antidemocrática y antidialogo.

Pero los viejos peones de la politiquería a los que se ha sumado a engrosar las filas Evo Morales, García Linera y sus ministros que han superado en manoseo, clientelismo, demagogia y corrupción a sus antecesores, ahora pretenden seguir engañando a este sufrido pueblo que sólo aspira a gozar de dignidad y a tener el respeto de sus gobernantes. No se puede conciliar lo ilegal, mucho más cuando ahora el Referendum Revocatoria se vuelve como un puñal tratando de matar el equilibrio que permite la democracia y la posibilidad de elegir y ratificar a las autoridades por mayoría y no por minoría que pretende imponer el desgobierno y la arbitrariedad saliendo de los principios rectores de la democracia que exige por sobre todas las cosas igualdad de condiciones. No se debe permitir que nos sigan metiendo al embudo de la destrucción. El pacto político se debe dar con la verdad, con decisiones patriotas, cargado del espíritu de la libertad y la democracia que nos permitirá profundizar en la civilidad y la civilización y no entrar en la barbarie que nos plantean los caudillos que se pretenden amos del mundo y de reinos inimaginables.