AUTONOMÍA Y BOLIVIA, HERMANOS SIAMESES
Santa Cruz se enfrenta con ella misma, con su historia y con la posibilidad de escribir nuevas páginas que fortalecerán sus cimientos para la construcción de la nueva, de la única posibilidad de caminar de frente ante nuestra realidad. Con la autonomía se juegan no solo los intereses legítimos e irrenunciables de la región sino también la posibilidad de responder de acuerdo a las circunstancias planteadas. Los hombres y mujeres que acudirán a votar el 4 de mayo tienen la responsabilidad de no equivocarse, por que un solo error significa por lo menos una generación perdida, tienen en sus manos el compromiso de actuar con transparencia, de iluminar un oscuro camino de cristales rotos, por lo tanto no es una aventura. El reto de enfrentarnos con la autonomía, es la oportunidad de encontrar salida al laberinto de una nación que no logró su unidad en la diversidad. Los lideres que están a la cabeza de éste movimiento, han dado un mensaje honesto y sin cálculo para iluminar las sendas que nos tocará recorrer. Que no nos engañe le efervescencia, que no nos traicionen las emociones, no podemos darnos la más mínima posibilidad de cometer una imprudencia, no se puede experimentar con los pueblos, porque no existe otro similar de repuesto.