¿Presidente discriminado o discriminador? - GERMÁN GUTIÉRREZ GANTIER
En las relaciones personales, laborales o sociales, provocar la pena de la gente es una táctica frecuentemente practicada, empero, que esta práctica sea utilizada políticamente de manera reiterada por el Presidente de la República, para distraer la atención de la no atención de los problemas realmente serios que atingen al país, es algo que debe preocuparnos. El Presidente Morales en la reciente cumbre del Mercosur realizada en Uruguay se ha declarado víctima de los conflictos sociales y políticos y ha manifestado que es discriminado por algunos sectores de la población. Dudo que Morales Ayma sea víctima de los conflictos sociales y políticos, ya que por el contrario, es uno de los principales promotores de la generación de los mismos a través de sus declaraciones frecuentemente agresivas y adjetivas o de las iniciativas gubernamentales cuyo propósito no es el de resolver los problemas en el país sino más bien agudizarlos en la búsqueda de polarizar las posiciones al extremo, en la estrategia de infligir a sus contrincantes que son vistos como enemigos irreconciliables. En suma el Presidente no dice la verdad, básicamente pretende lograr la solidaridad de sus colegas latinoamericanos que motivados por la pena y la recurrente actitud lastimera, obtiene efectos políticos de dudoso orden moral