Bolivia: división o integración
La Constitución es el último recurso al que las personas apelan cuando se sienten atropelladas. Es la norma que da sentido al "vivir en sociedad" y establece límites entre la barbarie colectiva y el respeto individual.
Proponer una reforma constitucional sin tener la mayoría legal es, de por sí, un acto de irresponsabilidad institucional. Es una forma de coaccionar a los actores políticos y embarcarlos en un experimento riesgoso que quiebra la legitimidad democrática y desprestigia cualquier fórmula gubernamental.
El poder en democracia es para ejercerlo, pero ejercerlo desde la legalidad. Respetando las reglas que fueron aceptadas por todos y que constituyen la base de la convivencia en libertad.
Las fuerzas civiles se han comportado con prudencia e intentando frenar esta agresión. Han llamado a una resistencia civil y a retomar la costumbre de la negociación. Lo que suceda en las próximas horas reflejará hasta qué punto prevalecerá en Bolivia el deseo de unión o los más desafortunados planteos de división