El senador Demócrata Russ Feingold, Chávez y Ortega, compañeros de viaje
Lo aterrador es ver a Feingold en el mismo barco del ataque contra Bush en el que navegan los tiranuelos del planeta, y en las Américas los Castro, Chávez y Ortega. Es por eso que horas antes, en la noche del sábado, Daniel Ortega acusó a Estados Unidos de financiar a grupos de la sociedad civil (a los que calificó de "peleles") y a los medios de comunicación para "conspirar" contra su gobierno. El presidente de Nicaragua encasquetó su discurso ante los partidos de izquierda que asistieron al denominado Foro de Sao Paulo que se realizó en Managua. La culpa de los males de Nicaragua, otra vez y como ya dijera Ortega en los años ochenta, la tienen siempre "los yanquis". La realidad es bien distinta y a Ortega le ocurre que está afrontando una férrea oposición desde el Congreso y desde la sociedad civil de Nicaragua a su demagógico proyecto de "democracia directa". A nadie escapa yq que ese proyecto no es otra cosa que un instrumento de control de la sociedad que copia el modelo castrista del "Comité de Defensa de la Revolución"y del modelo chavista de los "Consejos del Poder Popular".
Hablando del modelo chavista, también este fin de semana el ex-golpista, presentador de televisión y presidente de Venezuela, Hugo Chávez, usó ayer su programa televisivo "Aló, Presidente" para pedir a sus ministros que se encarguen de expulsar a los extranjeros que "denigren" a su gobierno o lo llamen "tirano". Según Chávez: "Ningún extranjero puede venir aquí a arremeter contra nosotros, el que venga hay que sacarlo de este país, no se puede permitir, es cuestión de dignidad nacional". Este es el mismo Chávez que en su último viaje a Nueva York llamó "demonio" a Bush en la Asamblea de Naciones Unidas. Este es el mismo Chávez que prohíbe la libertad de expresión en Venezuela y que odia al "yanqui" y a Bush tanto o más que Ortega.