La tragedia anunciada. Cuyas razones no están en la cabeza de Evo Morales como están en la de Hugo Chávez. No son razones nuestras ni razones del pueblo venezolano. Pero ahí estamos, para cumplir los brutales designios del demiurgo del Socialismo del Siglo XXI. La “revolución democrática y cultural” se pone uniforme guerrero y amenaza.
Según parece, el fracaso masista en la Constituyente y la degradación amenazante de la economía estarían indicando que este, el momento actual, es el mejor momento para que las fuerzas bolivariano masistas encaren el enfrentamiento definitivo con las fuerzas de oposición.