Con Sucre sumida en el caos, sin fuerza de seguridad pública y por lo menos cuatro personas muertas, dio comienzo en Bolivia otro capítulo político trágico de cuyo final nadie tiene certeza. El detonante del estallido fue la aprobación del texto marco de la Constitución sólo con votos oficialistas.
La violencia callejera creció el fin de semana luego de que la Asamblea Constituyente volviera a sesionar y le diera el sí en general al nuevo texto de la ley fundamental sólo con la presencia de 138 de los 255 miembros del cuerpo. El presidente de Bolivia, el izquierdista Evo Morales, avaló la aprobación del proyecto, que ahora deberá ser discutido en particular.