El gobierno afirma la vez que puede, que la ayuda venezolana es “sin condiciones” y que esa cualidad la hace distinta de las otras, como aquellas que provienen de organismos financieros internacionales o países imperialistas.
Dijo la Ministra: que los dineros son manejados por Venezuela, por un Banco venezolano, que ellos aprueban o no la solicitudes respectivas, que han otorgado una línea de crédito de hasta 100 millones de dólares americanos para girar contra ella, colocando al Ministerio en una situación de gestora burocrática que recolecta solicitudes y las envía a Venezuela para su consideración respectiva.