lunes, 20 de agosto de 2007

¿Por qué no decirlo...? Cayetano Llobet

Cuando el arreglo MAS-Podemos prolongó la Constituyente y botó al tacho de la basura los famosos ‘dos tercios’ tan peleados, Santa Cruz se olvidó de su ‘cabildo del millón’ que lo había defendido y no les reclamó a sus representantes parlamentarios el acto de traición. ¿Por qué no decirlo?Y también es verdad que todos los intereses regionales, todas las parcialidades, todos los resultados de la desagregación y de la fragmentación, se disfrazan con discursos de unidad, de patriotismo y de banderas nacionales, tratando de ocultar resentimientos y rencores verdaderos. Se disimulan los odios y se simulan comprensiones y sentimientos comunes. Se fingen piropos de boca chica y de sonrisa hipócrita. Se amagan peleas para llegar a acuerdos. Nos gustan los disfraces... ¿por qué no decirlo?