La forma como se ha subalternado a la Asamblea Constituyente, raya en el extremo de que el gobierno ha decidido ofrecer asesores para que trabajen en la redacción de la nueva Constitución Política del Estado, que debería ser elaborada por los representantes nacionales. Según el constituyente Loayza «el gobierno no quiere imponer, sino ayudar con esos asesores».
Los «asesores», -que serían miembros de las ONGs que también ofician de consultores del gobierno-, de esta manera asumirían la responsabilidad de elaborar la nueva Constitución, haciendo el trabajo encomendado a los constituyentes y por el cual se les paga dietas similares a los parlamentarios